Vuelo de la memoria
Voy a pasear tu memoria por los anchos canales de mi corazón por última vez. Ya las arterias de mi alma abren todos sus peajes para que no pagues un euro en tu recorrido. Puede la luz de este atardecer apuñalar con alfileres de nostalgia mis pupilas sin parpados que buscan tu silueta en las siluetas de los arboles y las plantas que han de sobrevivirnos. Puedo correr descalzo hacia atras, hacia los sueños que nunca soñamos juntos, o quizá perpetramos a cara descubierta, con el escaso botín de unos miseros pétalos que ya se marchitan entre las hojas de libros que nunca existieron porque nunca abrimos ni quisimos abrir sus tapas. Puedo, cabalgando en la mente despierta de este pez, que es pez y es hombre, que es hombre y niño todo en uno, viajar hasta tu regazo y oir el traqueteo de tu corazón que se aleja como un tren de esos que han abandonado toda via y corren, como potros desbocados, pradera arriba. Puedo escribir así, de un tirón, palabras y frases sin sentido que bombean desde mi corázón mientras las ventanas abiertas de mi memoria dejan que el aroma de tu recuerdo escape libre. Ya he cerrado todas las ventanas que la brisa había abierto, y tus nacaradas uñas arañan un vidrio tornasolado que nunca ya ha de volver a ceder ni a ti, ni a mí.
7 comentarios
Chari -
si lees mi comentario del 31 de julio creo que se parece algo a lo que tu piensas y como bien digo ahi,lo del mundo al reves lo digo por una conversacion que tuvimos esa misma noche,se me adjunto su escrito con lo que hablamos y recorde mi mundo del reves,este Lucas nos hace pensar con lo que escribe y eso es lo que nos hace leerlo........ almenos yo pienso eso,un saludo nacho
Nacho -
Chari -
lucas -
Chari -
lucas -
Nacho -
Me anonada porque te creía más justo, te creía más valiente. Te creía más justo, porque no lo es quien mira hacia atrás con la mirada inundada de un vacío que nada tiene que ver con lo que el pasado ofreció. Te creía más valiente porque hace falta mucha valentía para no cerrar la puerta ni siquiera a lo que hoy juzgamos como negativo, aunque en el pasado fuese fuente de esperanza, ilusión y vida.
Quiero creer que aquella silueta del bosque no tendrá en cuenta tu portazo, y quiero creer que un día podrás volver a ser niño, pero un niño de verdad, inocente, sencillo, libre de prejuicios, libre de ataduras para afrontar el encuentro de otras siluetas que no sufran el injusto juicio que le haces a esta.
Creo firmemente que cuando cures, observarás que los libros que nunca creíste leer, en realidad fueron escritos según andabas. Entonces recuperarás el gozo de lo vivido y tus recuerdos serán bálsamo para tu alma.
Ya no albergo ninguna duda: el dolor enaltece al escritor que hay en ti.