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UN PEZ ENREDADO

Fue conmovedor

Lo almacenaba en su corazón por años, quince para ser exactos.


Nadie lo imaginaba, nadie lo suponía y todo el mundo lo descubrió días después de su muerte; todos menos su hijo más pequeño. Éste estaba demasiado ido como para calibrar la importancia de lo que había intuido.... (¿O llegó hasta allí como consecuencia de lo descubierto?)


Supo tragar saliva y quiso conocer de cerca a la amante de su marido, haciendo por última vez su papel de ingenua e ignorante mujer. Tuvo el valor de invitarla a una cena en la mansión de la familia “violada”, la suya, y ejercer su derecho al pataleo con la elegancia que le había caracterizado siempre. Habló y la puso en evidencia. Arrojó sobre la mesa cuanto dolor le había sido infringido en el pasado. Lo hacía justo cuando sus hijos mantenían el mito paterno, cuando ya no podrían preguntarle nada, cuando su ejemplo les ayudara a entender cuanto daño causa el engaño. Ni siquiera tuvo reproches para los cómplices...


Le echaba de menos porque le amaba, pero agradecía a la vida la nueva oportunidad que le brindaba, así que no soportó la idea de brindar en su nombre cuando la oportunidad llegó y huyó en una carrera hacia adelante, quitó la foto en la que se reflejaba un incompleto día feliz en la vida de su familia, y preparó todo para una nueva foto: la del comienzo de su nueva andanza. (¿Realmente existe una nueva vida después de eso...?)


Nadie debería arrogarse el derecho a decidir sobre la muerte de otro, pero tampoco debería permitirse a nadie decidir sobre la vida de otros. ¿O acaso no decide sobre la vida del otro, aquel que oculta lo que vive sin permitir al otro elegir otro camino, si el que va a vivir ha dejado de gustarle?.


....................


El matrimonio acomoda, somos el uno del otro,
posesiones, nos descuidamos, se acaba la pasión, todo monotonía,
parecemos más que amantes, hermanos. Díganme así quién puede mantenerse
fiel sin ser un insatisfecho.


Helena Trujillo, psicoanalista.


http://blogs.diariosur.es/lapsicoanalista/2007/6/28/-soy-infiel-



Así, sacado de contexto, parece de un discordante insoportable, y sin embargo es una de las estaciones que utiliza una psicoanalista para explicar las cuotas de infidelidad que manejan sesudos estudios.


¿Por qué no tener la valentía de reconocerte como insatisfecho y poner las cartas sobre la mesa? ¿Por qué usar perífrasis para decir en alto que no sirvo para compartir la vida no solo contigo sino con nadie?. ¿Por qué querer reducir a lo sexual cuando ya empezó en tu cabeza y tu corazón?


Ocurría en una serie estrenada en la tele, pero podía ser tu vida, la de aquel.......


4 comentarios

Nandara -

Ví la escena de la serie, creo recordar que era "Cinco hermanos" en cuatro.
Exteriorizó sus sentimientos... no por parecer ingenua, lo es.
Las emociones son tan personales que jamás deberían clasificarse.
Salud.

Nacho -

Gracias Lucas. Ya me había dado cuenta.

De todos modos esperaba otro comentario

lucas -

No es por tocar lo expuesto...pero tampoco se puede inflingir dolor amigo Nacho...quiza INFLIGIR sea lo que puedes y no debes hacer. Para cualquier corrección en los textos solo tienes que comunicarmelo y yo ejecutaré.

Nacho -

Pido disculpas. No se puede infringir dolor (¡ójala fuera una norma para infringirlo!)

Sí se puede, lamentablemente, inflingirlo.

Prometo no volver a publicar nada sin un exhaustivo análisis de lo escrito.

Aún así no encuentro ninguna insustancialidad en lo expuesto.