Sin palabras
Ella tuvo una idea que se me antojó espléndida, más bien irresistible.
El valor de lo que veis es.... inclasificable. Sin embargo convierte a un adulto en un niño inquieto, impaciente, nada que ver con aquel monstruo que nos trajo a la palestra en cierta ocasión, infatigable como en aquel maratón que nos describía con tan plástica expresión, melancólico como aquella huida una tarde ventosa y gris con el desasosiego en el alma.
El es así. También ella, así que sentí el impulso de materializar y completar la idea a su más puro estilo. Lucas es un torbellino imposible de mantener cerca y un imprescindible en tu lista de contactos si quieres que tu diario tenga un punto de inflexión, divertido, melancólico, ingenioso (así lo he visto yo al menos)
A todo eso que veis en la foto le acompañaba unas palabras que atesoraré en el corazón, igual que todo aquello capaz de conmover a un ser humano, sea cual sea el momento de su vida. Ya habéis leído su entrada: toma ese tono semi irónico de ver su realidad para acabar poniéndote la piel erizada al tiempo que un nudo en la garganta.
Nosotros ya tuvimos lo nuestro también. Me temo que estos objetos, quizá carentes de sentido para quien se acerque a nuestra bitácora, establecen un vínculo duradero de inexplicable concreción, pero perdurable.
¿Cuántas vivencias perdurables guardamos en el corazón? Es realmente difícil encontrarlas. Nosotros tenemos esa suerte. Y ahí queda inmortalizada.
Era mi pequeño tributo
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lucas -