Genoveva, ¡Qué decepción!
Mi positivísima Genoveva, es una psicoanalista venida a comentarista en una radio local que he decidido no escuchar (al menos el programa que ella conduce) que también ejerce de articulista en el periódico local perteneciente el mismo grupo de comunicación: Mijas semanal (http://www.mijate.com/).
Solía (y suelo) deleitarme con su escritura en un barecito del pueblo en el que la lectura de sus reflexiones escritas, se adornan con las filosóficas tertulias de los paisanos sentados en sus tres o cuatro mesas, al tiempo que devoran con fruición los sabrosos bocadillos que el local ofrece. Lejos de ironizar, lo describo como parte de un momento delicioso que vivía (y vivo siempre que puedo) cada viernes, y el cual, francamente, fue motivo de ilusión durante un meses.
Cuando supe que tenía un programa de radio en el que se exponían parte de sus reflexiones, junto a otra compañera de profesión, decidí participar de la única forma posible: formular una pregunta escrita. Escribí entonces este correo electrónico:
Andaba a vueltas con una cuestión en la cabeza y en el corazón, que me desorienta, como mínimo.
Desconozco el significado y trascendencia de palabras cuyo contenido condicionan, comprometen, exigen y rigen una experiencia vital, y entre ellas la de la palabra FIDELIDAD. Busco en el DRAE y me dice:
"Lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona."
Si busco lealtad, o leal dice: " Que guarda a alguien o algo la debida fidelidad."
Es, en fin, una forma de no decir nada, porque es la pescadilla que se muerde la cola. Así que me dispongo a pediros opinión y compromiso, es decir, espero que no acortéis por el camino de enmedio, reduciéndolo todo a la vivencia personal.
¿Acaso no existen los valores superiores con sentido independiente?
Se ha matado mucho en nombre de valores de esos que caracterizan eras enteras, sin fundamentalismos, pero que sirven de guía a generaciones, incluso.
En resumen: ¿Cuando comienza la infidelidad? ¿Lo es ya incluso cuando se urde en la mente? ¿Ha de darse físicamente para considerarse? Sin duda es una reflexión que podría ser definitiva en algunos casos. ¿Vale una mentira, para considerar una infidelidad? ¿Es una infidelidad una cuestión a tener en cuenta en las relaciones personales?
¿Es infiel alguien que dice "te amo " a otra persona distinta de su pareja habitual? ¿Y si esa persona no tiene contacto físico con la otra?
Ojalá que pueda escuchar vuestro programa este lunes, llevo tres lunes y no lo escucho,
Gracias por escucharnos
Recibí por respuesta un invitación a escuchar su opinión en la radio. Es cierto que el tiempo apremia en un medio de comunicación, pero la respuesta (que no puede escuchar ese día) me dejó frío. Se dió en un programa el 17 de julio del 2006, y se limitaba a decirme que no justificarían mi infidelidad o mi fidelidad. Me invitaba a ser consecuente y decía que la infidelidad no es problema si no deja huella. Ni una sola respuesta...
Aún leo lo que escribe en su columna semanal como si hubiese desconectado su imagen de sus palabras y me encontré este viernes una reflexión ironizante sobre quienes viven prejuzgando lo que está por venir ( http://www.mijate.com/mijasemanal/219/p14.html ). No he podido evitar recordar aquel episodio y me pregunto, mi querida Genoveva, por qué entonces si estaba bien prejuzgarme como un infiel en potencia al que redimir de su pensamiento. Aprecio el psicoanálisis en lo que vale, pero no puedo entender cual de sus características es la que sitúa en situación arrogante a quienes lo practican, elevando al nivel de verdad absoluta lo que no conocen de forma empírica como exige el devenir científico.
Sigo recibiendo tus invitaciones en mi correo (nacmacys@gmail.com) para escuchar tu programa. Nunca lo escuché en directo (no me resulta posible), pero solía tener paciencia para esperar, dos meses después, su publicación en tu página electrónica para escucharlo sin prisa. Puede que ahora, desde la distancia en el tiempo, lo veas de otro modo.
Yo ya no busco la emisión digital de tu programa. No es porque no lo aprecie: prefiero seguir imaginando que detrás de él hay una persona interesada en el pensamiento de los otros y sus comportamientos, más que en buscar los tres pies al gato.
Un saludo.
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