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UN PEZ ENREDADO

Tu sonrisa

Cuando llegué a las ruinas aún sacaban humo, todo era muy reciente. Aún cuando desconocía las causas ya estaba buscando respuestas o formulándome miles de preguntas  y ninguna de ellas sin solución.

 Empecé a sentir, con una fuerza inmensa, como salía de mi la rabia y la impotencia a partes iguales.

 Aquí te vi por primera vez, venias de la escuela con mi hermana, tus faldas a cuadros, las medias hasta las rodillas y la blusa blanca. En ese instante mi corazón dejo de latir y tu sonrisa lo volvió a poner en marcha.

 Deje de pensar, no obedecía a nada, empecé a mover piedras, a morder el polvo. Me sangraban las manos, me ardía el cuerpo, porque el odio tiene esa textura. No quería resignarme a lo mas evidente, no se oía ni un llanto, ni el mas leve sollozo. Solo silencio.

 Aun escucho la música y los cantos, como recorría el júbilo por toda la casa, toda llena de gente celebrando nuestra unión. Tienes la facultad de completar mi vida.

 Si no aniquilan desde nuestros cimientos ¿Qué nos quedara? Que podremos ofrecer a nuestros hijos. Sin referencia de lo que hemos sido, ¿Como crearemos nuestra identidad? Sigo levantando piedras, nada encuentro.

 Fue aquí donde escuche sus primeros llantos, donde aprendió a caminar, donde aprendimos a recibir y dar. Y tú me dabas cada día una sonrisa, mi corazón latía de nuevo. Este solo fue el primero luego vinieron más.

 Encuentro un vestido, una fotografía todos juntos, sonrientes. Me parece tan lejano. Solo quedan los recuerdos y un sentimiento latente a cada piedra que levanto. Intentan convencerme que salga de allí, que si sigo seré yo quien salga herido, mas que me importa. Dime ¿Qué me queda? Solo el dolor y una rabia que no sabe por donde salir.

 Tampoco hace tanto, aquí lloré la muerta de mi padre, las paredes observaban, mudas, los gestos de dolor, escuchaban las plegarias que iban al cielo. Los llantos por la perdida de un ser querido. Él fue mi referencia un libro donde aprender de su ejemplo.

 Caigo de rodillas implorando a mi Dios a todos los Dioses que no me dejen perder la fe. Me lleve las manos a la cabeza, me tapo los ojos y mi cara sangrienta pide lo imposible, pero no hay llantos ni sollozos, solo un corazón que no deja de latir, por favor para, detén este momento, dame el alivio que mi cuerpo necesita, da reposo a mi alma, pues no hay existencia que valga la pena. Ni el dolor ni la pena que este instante han condensado. No quiero sentir la rabia ni la frustración ni el saber que no me acompañaras en mis días, que hoy no acabaran. No quiero vivir en el dolor.Dejé de pensar que el milagro era posible.

 Como corrían los niños, la ropa tendida en la calle y tu sonrisa que nunca faltaba, el olor del pan saliendo del horno. Cada día deparaba una sorpresa. Fuimos felices, con lo que teníamos era suficiente.

 De pronto llegaron los gritos, mi nombre volaba en el aire, con el acento en la esperanza, con la fuerza en la vida. Me levanté, lentamente, con el tiempo en el compás detenido. Dejó de existir el mundo, el aire no entraba en los pulmones, mis oídos eran sordos, no sentía mi piel, no sentía nada de nada. Y tú, con los niños, volvías de comprar la leche. Y yo de rodillas, otra vez, dando a mi Dios a todos los Dioses. Deteniendo el corazón por mas de un instante, por millones de instantes esperando tu sonrisa, que llegó sin falta.Corrí a tus brazos. Y lloré, y seguí llorando por no se cuanto tiempo. Porque ya no importaba el tiempo, ni las lagrimas, ni las piedras, ni el odio, ni la rabia resentida, ni el dolor de unas manos ensangrentadas. Tampoco importaban los recuerdos ni todas Aquellas cosas que nunca recuperaremos.

 Abrazado a ti, con las lágrimas en los ojos te dije que todavía hay esperanza, que el futuro esta cercano, justo para vivirlo tal y como creemos este momento.

 Pues lo crearemos, me dijiste, de las ruinas que hoy nos han dejado, para no olvidar de donde venimos que no nos roben aquello que somos.

 Pues lo crearemos, le dije, pero sin el dolor, sin el odio, ni la rabia que me quema por dentro.

 Volveremos a nacer desde la esperanza, desde la inocencia, desde la ilusión que un futuro mejor es posible. Volveremos a nacer una y miles de veces si tu sonrisa esta presente, si tu abrazo calienta mi alma.  

4 comentarios

Kiko -

Gracias Pilar, tu cariño es recibido con alegria.
Con mi amigo Lucas intentamos estar en ete mundo. que a veces ya es mucho. Gracias por tu presencia.


Todo son realidades, indudablemente cuanto giramos la cabeza a la derecha nos perdemos la vista a la izquierda. no hay que olvidar que todas las realidades coexisten almismo tiempo aunque no las podamos ver todas.

Hoy dije una frase bonita.
"La belleza no tiene que peinarse."

un abrazo Kiko

chari -

Aunque sufrir no sea para nadie bueno,a veces sirve para crearnos unos simientos bien duros,resistentes a cualquier tempestad,aunque esa de la que tu hablas un huracan que se lo yeva todo,te hace conocer el odio pero quizas sea eso lo que tambien te haga conocer esa sonrisa de la que hablas,capaz de yevarte a encontrar la paz,la esperanza y olvidar esos instante de odio.Gracias amigo kiko por hacernos ver que no hay nada como una sonrisa,con tantos deseos y sueños puestos en estas fiestas y olvidamos pedir sonrisas,gracias,felices fiestas

lucas -

desde Palestina al Tibet millones de personas son desplazadas de sus hogares por gobiernos extrangeros, pero pueden derrumbar sus casas, pueden arrasar sus campos, pero esos pueblos obligados a emigrar forzosamente, si nunca pierden la esperanza, seguiran vivos. Gracias Kiko por recordarnos que en otras partes se sufre.

Pilar -

muchas felicidades por este espacio que nos permite percibirnos más cerca... Recibe todo mi cariño