Abordando un barco en llamas
A veces, a todos, antes o despues, nos da por saltar a un barco en llamas. No, no empecemos a decir que si Lucas esta tonto, que si vives en valladolid y no hay más barcos que "la leyenda del Pisuerga" o que ni siquiera hay ni rio ni nada donde poner un barco para poder pegarle fuego. Con un barco en llamas, me refiero a situaciones caoticas en la vida común de cada uno, para algunos puede ser cuestión de vida o muerte, para otros solo enfrentarse a una conversación con otra persona. Situaciones, en definitiva, tan duras, que para uno mismo son similares a la metafora que planteo, un poco salvaje quizá, pero ya me conoceis.
Abordar nuestros barcos no es fácil, normalmente, los problemas no se atacan, sino que se esquivan, las discusiones se calman sin haber resulto la causa que las motivó, en definitiva, vemos que el barco-problema, esta ardiendo, pero preferimos pensar que aun flota, que no es tan grave, que las llamas solo son en la bodega y que no va a pasar nada dramático. Luego, estúpidos de nosotros, nos sorprendemos de que el barco, la vida y todo se vaya a pique carbonizado. Hay una frase buenísima, que dice: "La vida es un naufragio, en el que a última hora solamente se salva el barco" refiriendose a lo material, en mí metafora, lo siento, pero el barco, osea, las situaciones, son lo primero que hace agua y se va, poco a poco, a hacer un bonito arrecife.
Esta claro que las situaciones hay que abordarlas a tiempo, que no vale esperar a que se resuelvan solas, los balones de la vida not e vienen a los pies, hay que correr en cuanto se les ve pasar cerca, y saltar dentro al barco a la mínima señal de humo antes de que las llamas hagan imposible poner solución a los problemas.
Si he sido demasiado criptico y nadie me ha entendido..es que soy un pésimo marinero..pero que me vais a pedir, si soy de Castilla.
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