Res non verba.

He llegado tarde a casa, le dí al mando y zas... allí estaba "la Misión" esa película impresionante... pero solo he visto un poco, las obligaciones tambien me alejan de la caja tonta..aunque a veces deje de ser un poco tonta y sea nostalgica con películas que vale la pena volver a ver. Pero a lo que iba, llegué a la parte esa en la que intentan echar a los indios de la misión y hay un interesante intercambio de frases sobre iglesia y Dios.... se sostiene que han de acatar la voluntad de la iglesia, porque es un instrumento de Dios.... y ahí queda clara una cosa, subliminalmente se ve la verdad, que desde siempre, a sido a la inversa: Dios a sido el intrumento de la iglesia. En nombre de Dios la iglesia ha cometido atrocidades, ha apoyado causas injustas para obtener poder, ha ejercido desde el Vaticano un gobierno de salón, aferrada a añejas costumbres, pidiendo al pueblo, como siempre, que se someta a su voluntad. Siguen pensando en la historia de que son pastores y el pueblo ovejas a las que hay que cuidar y llevar por el buen camino... Por Dios!!!
Que estamos en el año 2009, que ya no esta vigente tanta palabreria de granos de mostaza y talentos, que ya una Maria Magdalena ejerciendo la prostitucion no escandaliza a nadie... seguir pensando que la gente es un atajo de borregos a los que hay que sermonear, asustar con castigos divinos y engatusar con recompensas cuando ya estemos muertos y ascendidos a un paraiso de esponjosas nubes donde todos nuestros actos en la vida serán puestos en una balanza, suena ridículo y hasta patético. La gente necesita un nuevo enfoque, la gente esta perdida, de eso no hay duda, siguen buscando una meta, unos objetivos para ese software que llaman alma... y la religión no esta en la calle. Solamente siguen predicando de abstinencias sexuales, recogiendo bajo su manto los pecados de miembros corruptos y golpeando la realidad con un libro que ya huele a rancio. La fé es creer en algo que no se vé...ni se oye....ni se siente dentro o fuera..... reconozcamos que es dificil tener fé en algo tan insustancial.